Aplicación de Hume en 2020
Todo el mundo se pregunta al estudiar a David Hume: ¿Tanto método experimental para no saber si conozco algo a ciencia cierta? Para eso prefiero poder saberlo todo y llamarme racionalista. ¿Qué aplicaciones tiene ser tan humilde de admitir no saber nada?
Hoy desmontaremos cualquier tesis rival al empirismo de Hume. Consideraremos sus argumentos como fuente de conocimiento verdadero.
Para ello os hablaré de mi ejemplo personal de cómo debemos de entender a Hume.
Como todos sabemos Hume, al ser un empirista más, admite la tesis de que al nacer no conocemos nada; es decir, no tenemos conocimiento a "priori" sino que nacemos sin conocimiento alguno y este lo obtenemos a partir de la experiencia. Nacemos con nuestra mente como una "tabula rasa" decían los empiristas, en la que escribiríamos nuestras ideas una vez obtenidas mediante la experiencia.
Es aquí donde comenzaré mi argumento irrefutable. Daremos por supuesto que nacemos como una "tabula rasa" en mi ejemplo en una pizarra. Por lo que dentro de mi cerebro hay una pizarrita en la cual voy escribiendo mis percepciones. Por este motivo cuando me hago mayor tengo mayor conocimiento; al haber tenido más experiencias con mis sentidos.
Muchas personas, generalmente ancianos o mayores de edad, tienen una enfermedad neurodegenerativa conocida como el alzheimer. Explicando esta enfermedad de forma coloquial: es la pérdida de memoria por culpa del paso del tiempo. Esta enfermedad se explica muy bien a partir de la filosofía de Hume aunque esta esté, en mi opinión, algo incompleta.
Si volvemos al ejemplo de que nuestro cerebro es una pizarra, los conceptos escritos en ella están escritos con tiza. Todo el mundo entiende que la tiza en una pizarra no dura eternamente, sino que esta desaparece de la pizarra por culpa de la erosión (de un borrador o del aire). Por lo tanto, las personas con esta enfermedad no pierden la memoria ya que una vez que hemos captado algo en el pasado mediante los sentidos este percepción del pasado la recordaremos durante toda nuestra vida. La tiza de los que padecen esta enfermedad es más volátil. En resumen, nuestras percepciones las conservamos durante toda la vida... a menos que estas se "borren".
Resolver este problema de la filosofía no solo complementa la tesis de Hume sino que resuelve también todos los problemas planteados por Descartes. Una de las mayores incógnitas de la filosofía desde sus inicios ha sido demostrar ¿por qué nos confundimos? Los sofistas habían argumentado que todo era relativo, todos tenemos razón; Sócrates y después Platón descartó el argumento de los sofistas y propuso el dualismo de mundos; a continuación, vino Aristóteles que parecía haber dado con todo tipo de respuestas a excepción de la substancia primera; Descartes lo intentó pero se estancó y tuvo que crear al "Deus Deceptor" para explicar sus cuestiones, y tampoco pudo relacionar lo material y el pensamiento; finalmente, vino Hume desesperado por no encontrar las respuestas de los anteriores, y criticarlos por ello, dijo que nunca tendremos la seguridad de que un conocimiento es verdadero completamente.
Tuvo que llegar la filosofía a 2020 para que este blog abra la mente a la humanidad. Nuestro cerebro tiene una especie de lector que enfoca a la pizarra en la que tenemos escrito todo. Esta tesis soluciona todo problema ¿por qué nos confundimos? El motivo es que con el lector enfocamos a lo escrito; pero, como se puede borrar por la erosión en vez de leer elefante leeremos elegante. Este motivo es por lo que fallamos. Este lector también explica casos como la memoria fotográfica que significa que la persona que tiene esta rareza tiene un mejor lector.
Jeje "argumento irrefutable" dices... Bien Marcos, pero al fin y al cabo estas abordando un problema más psicológico que filosófico. ¿Por qué y cómo se produce el olvido o el error? Un racionalista también tendría una buena respuesta, incluso más obvia. El gran problema que debe afrontar el empirismo de Hume, como comenté hoy en clase, es la existencia de la ciencia newtoniana: ¿cómo es posible?
ResponderEliminarSaludos
Perdón Pablo... Ya no sé ni de quien es lo que leo
ResponderEliminar